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“PAPAMOVIL” CONSTRUIDO EN CHILE SE FABRICÓ EN MAIPÚ

De los tres “Papamóvil” que S. S. Juan Pablo II utilizó durante su visita a Chile, dos provinieron del extranjero, uno facilitado por el propio Vaticano y el otro por Ecuador. El tercero fue construido íntegramente en nuestro país, y fabricado específicamente en la comuna de Maipú por la prestigiosa y conocida empresa METALPAR, por expreso encargo de la Santa Sede.

El Gerente General de la época, de la citada industria, Jaime Paredes Gaete, informó entonces que el vehículo fabricado y donado por ellos, “es mucho más amplio y cómodo que los que se han hecho en otros países”. Sus dimensiones son: 4.83 metros de largo, 2.00 de ancho y 2.80 de alto. Su capacidad es para seis personas, incluyendo chofer y copiloto.

El papamóvil chileno fue construido enteramente por la Industria Metalpar de Maipú, ubicada en Camino a Melipilla. Sus dimensiones son: 4.83 metros de largo, 2.00 de ancho y 2.80 de alto.

 

Para su fabricación se recurrió a materias primas chilenas, como vidrios y acero. Sólo se importaron algunos cristales de seguridad desde Estados Unidos. Entre sus comodidades adicionales, el “Papamóvil” chileno cuenta con aire acondicionado, luces internas, una manilla de apoyo para cuando el Sumo Pontífice se desplace de pie y está alfombrado. Este vehículo no tiene ningún lujo, precisó Jaime Paredes, “porque el Santo Padre pide cosas sencillas”.

Entre las características únicas de este “Papamóvil” panorámico se destaca que toda su carrocería fue fabricada especialmente para el auto, y no como una simple adaptación, como ocurre con otros modelos similares.

Su Santidad Juan Pablo II, a bordo del papamóvil chileno, en su viaje de regreso desde el Templo Votivo de Maipú al centro de Santiago.

 

La planta donde se construyó este vehículo está ubicada en el Camino a Melipilla N° 9236, en Maipú, y fue fundada el 21 de enero de 1966. Su diseño correspondió al joven arquitecto Guillermo Eva (30 años), quien narró por esos días “sentirse como un elegido, porque tan pocos en el mundo, -4 ó 5- hemos tenido la oportunidad de llevar a cabo un proyecto como este”.

Sin duda que en la construcción de este “Papamóvil” chileno, el aporte más valioso, por la emotividad que provocó en su momento, fue la mano de obra nacional. “Es un alto honor, y por qué no decirlo, un bienestar interior estar trabajando en esto”, expresó con emoción en su momento el jefe de fabricación, Francisco Hormazábal. Por su parte Juan Villalón, Jefe del Departamento Técnico, acotó que su construcción “ha hecho que todos nos despertemos en la noche hablando con la señora, sobre el Papamóvil”. Pero la emoción superó el cansancio y el apremio: “Uno que es católico ha puesto harto cariño y empeño. El valor de la visita y el trabajo de tan alto y querido personaje, como es el Papa Juan Pablo II, es algo muy maravilloso y emotivo”, expresó Mario Doveris, Jefe de la Sección Estructura de la Planta.

Su Santiad el Papa Juan Pablo II en su recorrido por las calles de Santiago, aclamado por miles de personas, a bordo del ‘Papamóvil’ construido en la Fábrica METALPAR de la comuna de Maipú.

 

Los ejecutivos de la Industria METALPAR, hicieron entrega del flamante y hermoso vehículo al Gobierno de Chile, para que en conjunto con las autoridades de la Iglesia chilena dispusiera su uso, en la forma más adecuada y conveniente con el Ilustre Visitante.

De hecho, todos los desplazamientos realizados por su Santidad Juan Pablo II en la ciudad de Santiago y alrededores, los hizo en este “Papamóvil” chileno. Su diseño, amplitud y comodidades, merecieron amplios elogios, no sólo a nivel nacional, sino también a nivel internacional, incluyendo opiniones y comentarios de importantes personeros de la Curia Vaticana.