Tras la emotiva ceremonia de Coronación, Su Santidad Juan Pablo II dirigió una hermosa plegaria de Consagración de toda la nación chilena y su pueblo, a la protección y amparo maternal de la Virgen del Carmen. Te bendecimos, ¡oh Dios nuestro!, Padre, Hijo y Espíritu Santo, porque elegiste a María, desde antes de la creación …